Marco Geográfico de Mesopotamia
Marco Geográfico de Mesopotamia
El corazón del Oriente Medio
es Mesopotamia, país entre ríos, una extensa área geográfica, estimada
en casi 80.000 km2, que ocupa buena parte de la actual Irak. De hecho,
es una gran fosa tectónica, orienta de norte a sureste, recorrida por
los ríos Tigris y Eúfrates, nacidos en Anatolia.
Esta zona, donde se
ubica una de las cunas de la civilización, está limitada al norte y al
nordeste por las montañas del Kurdistán, al este por los Montes Zagros y
al sur por el golfo Pérsico. En su parte occidental queda separada del
desierto sirio-arábigo por el río
Eúfrates que, junto con el Tigris, fueron los que posibilitaron la vida
en estas condiciones extremas, con altas temperaturas y escasas
lluvias.
Geográficamente, en Mesopotamia pueden distinguirse tres
zonas. En el norte, la Alta Mesopotamia está cruzada por subafluentes
del Tigris y el Eúfrates, y en sus tierras evolucionaron ciudades como
Assur, la capital asiria, Nínive, Kalahk y Dur-Sharrukin.
La segunda
zona, por debajo de la anterior y de menor extensión, Acad, es un
territorio encuadrado por el Eúfrates y el Tigris. En este ámbito
surgieron las antiguas Babilonia, Kish, Sippar, Dur-Kurigalzu y Agadé.
Por
último, la tercera zona, Sumer, es un extenso paisaje de llanuras
aluviales, donde se levantaron Eridu, la antigua capital sumeria, Ur,
Uruk, Larsa, Lagash y Nippur.
En distintos periodos, el poder de diversos reinos mesopotámicos se extendió mucho más allá
de sus llanuras, estableciendo contacto con gentes vecinas, que también
contribuyeron significativamente a la civilización de esa zona.
Hititas, en el norte, o persas, en el este, entre otros muchos, se relacionaron con los pueblos mesopotámicos, relación que favoreció el desarrollo de nuevas pautas culturales.
Economía de Mesopotamia
Economía de Mesopotamia
La tierra y el agua fueron los principales recursos, proporcionando
abundantes pastos y una próspera agricultura. Los habitantes de
Mesopotamia dispusieron de una gran variedad de animales como alimento.
Las estepas estaban pobladas por gacelas, gamos y onagros. En las
montañas había ciervos, jabalíes, tigres, leones, osos y cabras
salvajes. Hacia el 6500 a.C., ovejas, cabras, cerdos y vacas están en la
dieta de las gentes de Mesopotamia. No será hasta finales del III
milenio a.C. cuando el caballo y el camello sean domesticados.
Las condiciones del terreno eran, pues, favorables para la subsistencia y el incremento de las poblaciones. Hace aproximadamente unos 10.000 años, los pequeños grupos nómadas que viven de la caza, la pesca y la recolección comienzan a experimentar con nuevas formas de subsistencia, a conocer el ciclo de las plantas y a domesticar animales, un proceso acumulativo que está en el origen de la civilización.
El cultivo de plantas como el trigo y la cebada y la cría de animales significaba disponer de comida durante todo el año, independientemente de las estaciones. Hacía innecesario, también, desplazarse siguiendo a las manadas, pudiendo ahora vivir en poblados permanentes. Ahora las casas debían ser construidas para durar más, empleando ladrillos de barro. Y era necesario fabricar más utensilios: azadas para trabajar la tierra, morteros para moler el grano, hoces para recoger la cosecha... En unos pocos milenios, los grupos de cazadores-recolectores, cuya forma de vida se había desarrollado durante millones de años, fueron sustituidos por los poblados.
La aparición de la agricultura supuso grandes cambios. A partir del 8.500 a.C. la sedentarización se extiende por el Oriente Próximo. Lugares como Jericó, Shanidar, Zawi Chemi, Karim Shefir, Cayönü, Jarmo y otros presentan grandes avances en la agricultura y las técnicas materiales. En la meseta de Anatolia, Hacilar, Suberde y Can Hasan muestran un alto grado de civilización, pero el asentamiento más grande y mejor conservado es Çatal Huyuk...
Las condiciones del terreno eran, pues, favorables para la subsistencia y el incremento de las poblaciones. Hace aproximadamente unos 10.000 años, los pequeños grupos nómadas que viven de la caza, la pesca y la recolección comienzan a experimentar con nuevas formas de subsistencia, a conocer el ciclo de las plantas y a domesticar animales, un proceso acumulativo que está en el origen de la civilización.
El cultivo de plantas como el trigo y la cebada y la cría de animales significaba disponer de comida durante todo el año, independientemente de las estaciones. Hacía innecesario, también, desplazarse siguiendo a las manadas, pudiendo ahora vivir en poblados permanentes. Ahora las casas debían ser construidas para durar más, empleando ladrillos de barro. Y era necesario fabricar más utensilios: azadas para trabajar la tierra, morteros para moler el grano, hoces para recoger la cosecha... En unos pocos milenios, los grupos de cazadores-recolectores, cuya forma de vida se había desarrollado durante millones de años, fueron sustituidos por los poblados.
La aparición de la agricultura supuso grandes cambios. A partir del 8.500 a.C. la sedentarización se extiende por el Oriente Próximo. Lugares como Jericó, Shanidar, Zawi Chemi, Karim Shefir, Cayönü, Jarmo y otros presentan grandes avances en la agricultura y las técnicas materiales. En la meseta de Anatolia, Hacilar, Suberde y Can Hasan muestran un alto grado de civilización, pero el asentamiento más grande y mejor conservado es Çatal Huyuk...
Zigurat Mesopotámico
Zigurat Mesopotámico
El zigurat era uno de los elementos más característicos de Mesopotamia. Muchas ciudades incluían, junto al templo de su dios tutelar, un zigurat que constaba de varias plataformas superpuestas, sobre las cuales había un templo.
Los primeros zigurats los construyó Ur-Nammu, hacia el 2100 a.C., primer rey de la III dinastía de Ur. Estos zigurats fueron edificados en Ur, Eridu, Uruk y Nippur. En toda Mesopotamia, se han encontrado zigurats en 16 yacimientos, aunque otros se conocen sólo por los textos.
El zigurat de Ur, uno de los mejor conocidos y cuya reconstrucción hipotética observamos, era llamado Etemenniguru (Casa cuya alta terraza inspira terror), siendo dedicado al dios Luna (Nanna o Sin). Contaba con planta rectangular, de 62 metros de lado, y tres pisos, hasta una altura total de 43 metros. Tres largas escalinatas se cruzaban en ángulo recto y conducían al templo alto. El zigurat fue construido con adobe secado al sol, así como una gruesa capa externa de ladrillo cocido.
Se desconoce la naturaleza exacta de las ceremonias que se celebraban en el alto santuario. El historiador griego Herodoto, al hablar del zigurat de Babilonia, dice que allí se celebraban las nupcias sagradas de una sacerdotisa con el dios, un ritual cuya finalidad era asegurar la prosperidad del país.
Escritura Cuneiforme
Escritura cuneiforme
Fue el resultado de su necesidad de registrar sus actividades económicas; en los templos comenzaron los tributos y el comercio de grano.
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